¿Qué es la cistoscopia?

El Dr. Luis Vázquez Ávila, Especialista Jerarquizado en Urología, explica que la cistoscopia, también conocida como uretrocistofibroscopía, es un procedimiento que le permite al urólogo ver en detalle el interior de la uretra y la vejiga en la mujer; y la uretra, la próstata y la vejiga en el hombre.

 

¿Por qué se realiza la cistoscopia?

A menudo se usa para encontrar causas de sangrado o alteraciones en la fuerza del chorro miccional (en especial antes de decidir hacer una cirugía prostática), también para controlar paciente con antecedente de cáncer de vejiga, en algunos casos de incontinencia de orina refractaria al tratamiento o para estudiar anormalidades de la vejiga y su revestimiento.

 

¿Cómo se realiza la cistoscopia?

La cistoscopia se realiza con mayor frecuencia como un procedimiento ambulatorio. Antes del procedimiento vaciará su vejiga. Luego lo colocarán en una mesa de examen. Se puede usar un anestésico local líquido o en gel en la uretra. La cistoscopia promedio no suele durar más de 5 minutos.

 

El cistoscopio se inserta a través de la uretra (pasando por la próstata, en el caso del hombre) hasta la vejiga. El cistoscopio es un tubo delgado e iluminado mediante una fuente de luz y tiene lentes. Se infunde agua o solución fisiológica a través del cistoscopio en la vejiga. A medida que el líquido llena la vejiga, la pared de la vejiga se estira para que el urólogo pueda ver con claridad. La imagen es tomada por una cámara endoscópica y se ve a través de un monitor.

 

¿Cuáles son los resultados de la cistoscopia?

La uretra debe ser permeable al paso del cistoscopio. La próstata no debe comportarse como algo obstructivo al paso del instrumento. La pared de la vejiga debe parecer lisa y la vejiga debe tener un tamaño, una forma y una posición normales. Se pueden detectar en ella elementos patológicos como pólipos, piedras, áreas inflamatorias o sangrantes, etc.

 

Después de la cistoscopia

Después de retirar el cistoscopio, es posible que le duela la uretra y que sienta ardor durante algunas horas. Es posible que al principio encuentre algo de sangre en la orina, pero esto debería autolimitarse. Si todavía tiene dolor, o si tiene fiebre o su orina es de color rojo brillante, debería informarle a su urólogo.