ENFERMEDADES DEL TESTÍCULO Y ESCROTO

El testículo es un órgano vital en la vida del hombre, dado que no solo regula la fertilidad del mismo con la producción de espermatozoides, sino también, genera la principal hormona masculina, la testosterona. Cualquier enfermedad que lo afecte, pondrá en riesgo sus FUNCIONES.

 

Testículo en ascensor:

Actualmente, con los avances tecnológicos de preparto y neonatales, este diagnóstico es menos frecuente en la vida adulta. De todas formas, es importante conocer que si el testículo (derecho, izquierdo o ambos) no está en la bolsa escrotal, a veces está y desaparece o el individuo siente que asciende a la ingle; estamos en presencia de un testículo en ascensor. Se llamará criptorquidia en aquellas circunstancias en que el testículo nunca estuvo en la bolsa escrotal (falta de descenso).

Habitualmente esta patología enfrenta algunos riesgos como la torsión testicular, la presencia de dolor molesto y el riesgo aumentado de cáncer de testículo en los casos de criptorquidia.

La fijación quirúrgica testicular (orquidopexia), que debe ser BILATERAL, impedirá la torsión o el dolor, sumado a un control adecuado del testículo, así el paciente puede hacer auto examen testicular, el que sería imposible si éste testículo estuviera fuera del escroto.

 

Torsión Testicular:

Es una verdadera URGENCIA urológica. Puede presentarse como dolor súbito en un testículo. Se encuentra íntimamente ligado al testículo en ascensor. En éste caso, existe un músculo del cordón que sostiene al testículo (cordón espermático) llamado Cremaster, excesivamente fuerte. Cuando se contrae, genera que el testículo se enrolle sobre su propio eje, comprometiendo la irrigación del mismo, y por ende su viabilidad. El diagnóstico se confirma con la ecografía doppler, y el tratamiento definitivo será la fijación quirúrgica testicular, que debe ser BILATERAL; muchas veces debe agregarse la sección a nivel inguinal de dicho músculo Cremaster. Es importante considerar que, aunque una torsión se haya resuelto espontáneamente, o haya sido parcial, la potencialidad de la patología no dejará de existir hasta que no se realice la corrección quirúrgica.

 

Varicocele:

Se llama de éste modo a la dilatación patológica de las venas que drenan al testículo (plexo venoso pampiniforme), más frecuente del lado izquierdo. Al igual que las venas de las piernas, se dilatan (varices) generando dolor, pesadez escrotal y en algunos casos infertilidad.

El diagnóstico debe hacerse con el exámen físico y con ecografía doppler.

El tratamiento, que debe individualizarse según el caso dado que no siempre debe realizarse, es quirúrgico; se deben ligar dichas venas dilatadas. La técnica abierta, con sus diferentes abordajes, es la utilizada desde hace muchos años con efectividad, pero generando mayor morbilidad. Nosotros sugerimos la vía laparoscópica, por su pronta recuperación, menor morbilidad y excelentes resultados.

 

Hidrocele:

En estos casos existe acumulación patológica de líquido entre las capas que rodean al testículo. En nuestro cuerpo, los fluídos están en constante circulación;  para que no se acumulen deben balancearse adecuadamente. En estos casos, la incapacidad de la túnica vaginal del testículo en reabsorber estos líquidos, produce su acumulación (hidrocele).

El paciente se palpa una masa a nivel del escroto. El diagnóstico se realizará mediante exámen físico y ecografía doppler.

El tratamiento es quirúrgico, abordando desde la pared del escroto, drenando el líquido y sacando el tejido malfuncionante.

 

Infecciones:

El testículo y sus anexos no están libres de infectarse. Su relación indirecta con la vía urinaria lo explica en gran parte, mientras que ciertas enfermedades sistémicas como la diabetes pueden predisponerlo. Se puede generar infección del testículo (orquitis) o del epidídimo (epididimitis) o de ambos.

El paciente presentará dolor local, aumento de tamaño testicular, aumento de temperatura local y en algunos casos, fiebre.

El diagnóstico se hace de forma clínica, pero debe complementarse con ecografía doppler; debe descartarse el tumor testicular, el cual puede presentarse de forma similar.

El tratamiento se hace con antibióticos y en casos extremos, deberá realizarse drenaje quirúrgico.