CÁNCER DE VEJIGA

 La palabra “cáncer” se refiere al crecimiento de células anormales que pueden dividirse sin control e invadir otros tejidos que pueden o no ser vecinos. En este caso nos referiremos a los que se originan en la vejiga urinaria.

Existen diversos tipos de tumores que pueden darse en la vejiga. Algunos de ellos son de carácter benigno (los más raros), mientras que la mayor parte son considerados malignos o cánceres de vejiga.

El cáncer de vejiga es el cuarto tumor maligno más frecuente en el hombre, luego del de próstata, pulmón y colon; mientras que en la mujer es el octavo.

Es mucho más frecuente en personas de raza blanca, dos veces y media más frecuente en hombres que en mujeres, y su mayor incidencia es entre los 65 y 70 años.

Los tipos de cáncer que pueden darse en la vejiga son varios: Carcinoma transicional, adenocarcinoma, carcinoma epidermoide.

Nos referiremos aquí al carcinoma transicional que representa cerca del 90% de los tumores malignos que se dan en la vejiga.

Estos carcinomas se llaman transicionales puesto que se originan en el epitelio que reviste toda la vía urinaria que es denominado: epitelio transicional.

La aparición de células malignas dentro de ese epitelio puede dar origen a estos tumores, de los que existen diferentes variedades que van a determinar su comportamiento y la conducta a seguir para su tratamiento.

 

¿Cuáles son las causas del carcinoma transicional de vejiga?

Estos tumores tienen un origen multifactorial. Por un lado, están los factores genéticos que determinan que estas células de la vejiga puedan sufrir una transformación maligna, y por otro los factores ambientales que actúan como promotores de estos cánceres.

 

El factor ambiental más importante es el tabaco. Los carcinomas transicionales son mucho más frecuentes en las personas que fuman o han fumado.

Otros factores relacionados con estos cánceres de vejiga son: la exposición a anilinas, a la radiación, a algunos químicos, los edulcorantes como la sacarina y el ciclamato y algunos analgésicos como la fenacetina.

 

¿Cómo se manifiesta un cáncer de vejiga?

Estos tumores nunca son asintomáticos.

Como muchas de las enfermedades de las vías urinarias, el principal síntoma que presentan es la hematuria (sangrado por la orina), aunque además pueden manifestarse con molestias al orinar, un incremento en las veces que se orina, etc.

Como vemos, los síntomas no son característicos del tumor, y, en ocasiones se presentan por única vez en mucho tiempo. Es por ello que el urólogo estudia a conciencia a todo paciente que consulta por un sangrado urinario.

 

¿Cómo se diagnostica un cáncer en la vejiga?

Ante un sangrado o síntoma inusual vinculado con la vía urinaria, es necesario realizar siempre una rutina de análisis generales que incluyan un urocultivo, una ecografía y una cistoscopía.

La cistoscopía consiste en introducir una cámara por dentro de la uretra para permitir tener una visión directa de la vía urinaria inferior (uretra-próstata-vejiga), así como para observar la salida de orina de ambos orificios uretrales y poder saber si el sangrado proviene de alguno de los dos riñones.

Como los carcinomas transicionales pueden ser multifocales (es decir: generarse en más de un lugar de la vía urinaria), suele ser necesario estudiar, además, la vía urinaria superior (riñones y uréteres). Esto puede conseguirse con una Tomografía Computada con contraste endovenoso o con un estudio radiográfico denominado Urograma Excretor. La Resonancia Magnética Nuclear también aporta imágenes diagnósticas en estos tumores.

En caso de sospechar la presencia de un tumor en la vía urinaria superior, pueden realizarse estudios endoscópicos de la misma para establecer un diagnóstico de certeza con un estudio denominado ureteroscopía.

Otros estudios diagnósticos complementarios para el cáncer de vejiga suelen ser la citología urinaria (con técnica de Papanicolau) y los nuevos marcadores tumorales en orina.

 

¿Qué se hace ante el primer diagnóstico de un cáncer de vejiga?

Ante el hallazgo de una lesión anormal dentro de la vejiga, el primer paso consiste en realizar una resección endoscópica de la misma, es decir, una cirugía que se realiza a través de la uretra para extraer la lesión y enviarla para su análisis al patólogo.

Esta cirugía endoscópica permite una rápida recuperación ya que no hay heridas externas, y es a la vez diagnóstica y terapéutica en muchos casos.

El médico Patólogo se encargará, entonces de informarnos de que tipo de tumor se trata, y en el caso de los carcinomas transicionales es importante determinar dos factores que influirán en nuestro tratamiento:   El grado tumoral y la profundidad de penetración en la pared de la vejiga (estadio tumoral).

 

¿Cómo se trata un Cáncer de vejiga?

No todos los carcinomas transicionales de vejiga se comportan del mismo modo. Si bien es cierto que todos tienen tendencia a recurrir, algunos de ellos (denominados de alto riesgo) tienen mayor predisposición a diseminarse y dar metástasis.

La pared vesical esta, a grandes rasgos, dividida en (desde dentro hacia afuera): mucosa, submucosa y pared muscular. En función de la profundidad de penetración en la pared de la vejiga se los divide en Pta, T1, T2, T3 y Carcinoma in situ (CIS).