CIRUGÍA RECONSTRUCTIVA

Según el órgano a reconstruir podemos utilizar la cirugía reconstructiva para:

URETRA: la uretra es un órgano tubular que permite la salida de la orina desde la vejiga hasta el exterior. En el hombre, además, permite la salida del semen para la vida sexual.

La uretra de la mujer es corta y puede medir 4 cm., en el caso del hombre, es más larga por lo que se divide en 4 segmentos (uretra prostática, membranosa, bulbar y peniana) cada una de éstas puede verse afectada por enfermedades inflamatorias-infecciosas (como puede ser el liquen escleroso o enfermedades de transmisión sexual), traumatismos (golpes en los genitales o en el periné (zona comprendida entre el escroto por delante, el ano hacia atrás y las piernas a los laterales)) o muchas veces su anatomía se altera sin causa aparente (idiomáticas).

Cuando la uretra se enferma, disminuye su calibre (como si a una manguera la apretáramos), esto ocasiona alteraciones a la hora de orinar, teniendo el individuo que hacer fuerza para evacuar la vejiga, consiguiendo un chorro débil y muchas veces requiriendo, en casos extremos, drenar la vejiga por otros medios.

 

– Estrechez de uretra…. ¿qué podemos hacer?

Como primer paso, consultar a un centro donde el urólogo esté entrenado en este tipo de patología. Sabemos que la cirugía reconstructiva es una subespecialidad de la urología que no es desarrollada por todos los urólogos generalistas, dado que requiere un entrenamiento y aprendizaje específicos. En nuestro centro, el equipo de urólogos se encuentra formado para resolver este tipo de problemas, con gran experiencia en el campo.

 

¿Qué debe hacer el urólogo para confirmar que tengo una enfermedad de la uretra?

El urólogo luego de dialogar con el paciente, y según lo que éste le cuente, va a tener una sospecha de que la uretra está estrecha….pero debe confirmarlo por métodos objetivos; lo más importante es que, el propio urólogo tratante es quien debe realizar éstos estudios, tanto la flujometría (evalúa el volumen de orina por segundo), la cistouretrografía (estudio radiológico que identifica el lugar de la estrechez y su tamaño), y la cistoscopia (estudio endoscópico que confirma por visión directa la estrechez y la distancia entre ésta y el meato uretral) son parte de un rompecabezas que el urólogo debe armar para llegar al diagnóstico adecuado y en base a esto hacer el tratamiento correcto.

 

¿Cómo se corrige esta enfermedad?

Existen muchas formas de tratamiento, pero las que mayor efectividad tienen son las quirúrgicas, siempre que estén bien indicadas.

La reparación de la uretra enferma se basa en la extracción de la misma, y la unión de los cabos sanos; en el caso que esto no fuera posible, se debe utilizar tejido del propio paciente como pueden ser injertos (los que se pueden tomar de la mucosa de la boca, de la piel etc.) o colgajos (habitualmente se utilizan la piel del pene o músculos cercanos).

El objetivo es que el paciente reestablezca sus micciones con el mejor resultado estético.

 

PENE:

Enfermedad de la Peyronie: Esta enfermedad, cuya causa aún se sigue debatiendo en el ambiente científico, consiste en la formación de placas sobre las capas que envuelven al pene generando todas o algunas de las siguientes:

  1. Una placa dura sobre el pene que puede doler espontáneamente o molestar en la relación sexual.
  2. Trastorno estético del pene, dado que el mismo se dobla como si fuese un gancho, a lo que se le puede sumar acortamiento.
  3. Trastorno funcional, dado que la curvatura de dicho pene puede impedir la penetración vaginal creando un verdadero cuadro de disfunción sexual eréctil.

 

¿Cómo se puede tratar?

Existen infinidad de drogas y terapéuticas, que se fueron aplicando a través del tiempo, sin lograr un control efectivo de la enfermedad. Nosotros recomendamos como método no invasivo la magnetoterapia, la cual desarrollamos en nuestro centro con muy buenos resultados.

Otras veces, por el grado avanzado de la enfermedad, o por falta de respuesta a otras terapéuticas, se debe llegar a la cirugía. Es de suma importancia conocer que la placa no debe ser intervenida quirúrgicamente sin que lleve al menos 6 meses de estabilidad. En la cirugía, se trabaja sobre dichas placas, en algunos casos haciendo una plicatura; en otros, sacando la placa y poniendo injertos para tapar la falta de tejido (se puede utilizar injerto de pericardio bovino entre otros)

El objetivo de dicho tratamiento es curar el dolor o molestia que puede tener el paciente, lograr una reparación estéticamente impecable y recuperar la funcionalidad del pene.

 

Fimosis: La fimosis es una enfermedad que afecta a la piel del prepucio (piel distal del pene, que cubre la cabeza del pene), la misma puede deberse a causas infecciosas, inflamatorias o traumáticas.

El paciente puede percibir dolor en la erección y/o penetración, lesiones constantes de dicha piel que se “resquebraja”, incapacidad de lograr una higiene del pene adecuada por no poder retraer dicha piel, hasta la parafimosis, verdadera urgencia urológica, donde la piel retraída del pene, no puede volver a su situación habitual, la de cubrir la cabeza del pene (glande) y debe tomarse una conducta de salvataje.

Como toda enfermedad de la piel, se puede tratar con cremas tópicas, pero cuando la cicatriz que tiene es irreversible, el tratamiento ideal es la extracción quirúrgica de la misma, con una reparación plática (conocida como postioplastia o circunsición).

El objetivo de dicho tratamiento es que el paciente pueda higienizarse el pene de forma adecuada, logrando una reparación estética y recuperando la funcionalidad del pene.

Verrugas genitales: las mismas son muy frecuentes en el pene; en la mayoría de los casos se deben a un virus, el HPV. Dicho virus tiene como principal forma de contagio, la transmisión sexual.

Estas verrugas son molestas, se reproducen con facilidad, alteran la estética del pene, pero por sobre todas las cosas, pueden malignizar. Su tratamiento es mandatario; el mismo se puede lograr con cremas o topicando con ácidos. Cuando no existe una adecuada respuesta, o las verrugas sean múltiples, el tratamiento debe ser quirúrgico.

El objetivo es lograr una reparación estética del pene, sacando lesiones con potencial oncológico en muchos casos.