Cáncer de próstata, importancia de la detección temprana

El cáncer de próstata es el más frecuentemente diagnosticado en el hombre. El Dr. Gustavo Frattini, Especialista Consultor en Urología, destaca que la detección precoz permite bajar casi un 25% la mortalidad por esta patología. 

Si bien no hay prevención para el cáncer de próstata, si hay diagnóstico precoz para poder agarrarlo a tiempo y curarlo cuando es posible. Se recomienda que a partir de los 50 años los hombres consulten una vez al año al urólogo y se realicen los exámenes correspondientes. 

 

¿En qué consiste la detección precoz?

La detección precoz se puede hacer a través de un análisis que se llama PSA (prueba sanguínea del antígeno prostático específico) y un examen que es el tacto rectal. Estos estudios permiten al médico determinar si el paciente puede tener posibilidad de tener un cáncer o no.

Con los resultados de los estudios más la sospecha clínica se determina si se hace una biopsia, que es la que confirma la presencia o ausencia del cáncer de próstata. 

Hoy en día, además de esos dos recursos que existen para detectar el cáncer de próstata, se realiza un estudio que se llama resonancia magnética nuclear multiparamétrica de la próstata. Esta brinda la posibilidad de ver lesiones, la cuales se clasifican en grados.

Con todas esas herramientas el urólogo puede determinar, primero si el paciente tiene la sospecha de tener cáncer de próstata, y luego hacer el diagnóstico a través de la biopsia. 

Muchos pacientes le tienen miedo a la biopsia, pero es un procedimiento muy simple que se hace con anestesia local. Es ambulatorio, es decir que no requiere internación.

Una vez que se tiene el diagnóstico de cáncer de próstata, se debe establecer la extensión del tumor: si está localizado solo en la próstata, si ha salido a los ganglios o a los huesos. Los huesos son el lugar predilecto de diseminación del cáncer de próstata. Y con esos datos (si está localizado o diseminado), se decide qué tratamiento es mejor para el paciente. 

A partir de los 50 años los hombres tienen que controlarse con un urólogo anualmente. Una vez por año, o cada dos años, tienen que hacerse el análisis de PSA y una revisación.

Si tenés antecedentes familiares de cáncer de próstata ese control debería empezar 10 años antes. La posibilidad de tener cáncer de próstata aumenta al doble si tuviste un antecedente familiar, y si tuviste más de un familiar aumenta 10 veces más el riesgo de hacer un cáncer de próstata. 

 

Tratamiento

Lo que se está viendo en los últimos años es que no todos los cánceres de próstata matan a la gente. Por este motivo, si bien hay que tratar a todos los pacientes, no hay que operarlos a todos.

A los que no se operan se les hace un tratamiento que se llama vigilancia activa, donde se los monitorea y solo se los trata si progresa el tumor en agresividad.

A los pacientes que se trata con algo activo y no tienen metástasis se les pueden ofrecer dos opciones de tratamiento, uno es la radioterapia y otro la cirugía. En general se prefiere la cirugía en los pacientes que, además de tener un buen estado general, tienen una expectativa de vida mayor a 10 años.

 

Prostatectomía laparoscópica

La cirugía de cáncer de próstata  cosiste en sacar la próstata, con la cápsula prostática y las vesículas seminales. Esta cirugía se puede hacer por vía abierta, como se hizo siempre, o por vía laparoscópica (prostatectomía laparoscópica). Esta última tiene la ventaja de tener menor tiempo de internación, menos tiempo de sonda, y mejor confort postoperatorio ya que casi no hay heridas.